Lo que comenzó como un simple video compartido en redes sociales, se convirtió en un fenómeno inesperado en la vida de Alessia Drago. En 2021, tras publicar una coreografía de su autoría que recibió gran acogida, Alessia decidió abrir su primera clase presencial abierta. El resultado fue un rotundo sold out en un solo día, confirmando que su estilo, energía y conexión con el público tenían un impacto real y poderoso.
Ese momento marcó un antes y un después en su carrera como bailarina profesional. Gracias a su constante entrenamiento, sus viajes de formación y su desarrollo creativo, Alessia continuó expandiendo su propuesta, compartiendo no solo técnica, sino una visión auténtica del baile como vehículo de expresión, sanación y empoderamiento.
A partir de esa primera clase, la artista peruana lanzó un taller propio, ofreció clases para distintos niveles y culmin. Todas salieron felices, y para mí fue una enorme satisfacción”, comenta Alessia sobre esa experiencia.
Actualmente, continúa impartiendo clases, mientras se mantiene activa en escenarios, trabajando con artistas y creando nuevas propuestas para su comunidad.
El recorrido de Alessia Drago confirma que cuando el talento se combina con disciplina y sensibilidad, el resultado es una carrera en constante evolución… y profundamente inspiradora.