Por: María Margarita Espases.
La Dra. Bárbara Abate es una reconocida especialista en medicina funcional, una disciplina que busca tratar al paciente de forma integral, abordando las causas profundas de las enfermedades y no solo sus síntomas. Con una sólida formación internacional y una visión enriquecida por diversas disciplinas, la Dra. Abate ha desarrollado un enfoque sinérgico que integra conocimientos médicos, nutricionales, emocionales y regenerativos. En esta entrevista, comparte su visión sobre los desafíos actuales de la medicina y cómo su experiencia la ha llevado a construir un modelo más humano y efectivo de atención.
La medicina funcional busca tratar al paciente desde la raíz de los problemas. ¿Cuál considera que es el mayor desafío para aplicar este enfoque en la práctica clínica actual?
El reto más grande es cambiar el paradigma. El sistema de salud aún está muy centrado en tratar síntomas, no en buscar la raíz. Implementar la medicina funcional exige tiempo, escucha activa y educación tanto para los médicos como para los pacientes. Y aunque es un desafío, también es la oportunidad de transformar la práctica médica.
Usted cuenta con formación internacional en México, Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos. ¿Cómo ha influido esta diversidad académica en su visión de la medicina funcional?
Me dio una mirada amplia y diversa de la medicina. Cada país me enseñó algo distinto: la fortaleza académica, la resiliencia frente a la adversidad, el rigor clínico y la innovación. Hoy esa diversidad me permite integrar lo mejor de cada sistema en un modelo más humano y efectivo de medicina funcional.
Durante su trayectoria ha complementado su formación con nutrición, neurociencias, coaching y salud hormonal. ¿Cómo integra todas estas disciplinas en la atención a sus pacientes?
Mi enfoque es sinérgico. La nutrición, las neurociencias, el coaching y la salud hormonal no son áreas aisladas, sino engranajes que se complementan. Con mis pacientes busco diseñar un mapa personalizado donde cada disciplina aporte para equilibrar cuerpo, mente y emociones.
Usted ha trabajado también en el ámbito de la dermatología y la medicina regenerativa. ¿Cómo se conecta esto con su práctica actual en medicina funcional?
La piel refleja lo que ocurre en el interior. Mi experiencia en dermatología y regeneración me permite ver más allá de lo estético: cada manifestación cutánea es una ventana al estado metabólico, inmunológico y hormonal del paciente. Conectar ambas áreas me ayuda a ofrecer tratamientos más completos y efectivos.
A lo largo de su trayectoria, la Dra. Bárbara Abate ha construido un enfoque médico integral que pone en el centro la prevención, el equilibrio cuerpo-mente y la personalización del tratamiento. Su labor no solo mejora la calidad de vida de sus pacientes, sino que también promueve una transformación en la forma de practicar y comprender la medicina actual.